La Concertina es un tipo de alambre de púas fabricado en grandes bobinas que se pueden expandir como un acordeón. Junto con el alambre de púas y mallas de acero galvanizado se utilizan para formar cerramientos de seguridad.

Durante la I Guerra Mundial, los soldados en el frente, fabricaban a mano el alambre de púas, que actualmente tienen origen industrial.

Durante esa época, el alambre de púas se confeccionaba  estirando el alambre entre estacas de madera o metal. En su forma más simple asemejan una valla o alambrado para uso agrícola, pero con una densidad mucho mayor.

La valla comprendía un doble obstáculo formado por alambres en diagonal fijados al suelo a cada lado, con alambres horizontales fijados a éstos.

Obstáculos más elaborados podían construirse con múltiples líneas de estacas conectadas con alambre de púas de lado a lado, y en cualquier dirección posible. Aunque resultaban efectivos, su construcción demoraba mucho más tiempo.

Los cercos  eran fácilmente destruidos por la artillería, pero paradójicamente, la masa resultante de alambres enredados era un obstáculo mejor que las barreras cuidadosamente construidas.

Durante la  II Guerra Mundial los soldados desplegaban simplemente rollos de concertina en forma relativamente floja, lo que resultaba mucho más rápido para desplegar la noche donde abundaba la oscuridad, y con mayor efectividad como obstáculo.

No hubo lo que podríamos llamar una invención consciente de concertina, sino que innumerables rollos de alambre de púas fueron convertidos en concertinas por el simple proceso arrollar alambre de púas en una pila sobre el suelo: cada nueva vuelta de alambre se fija a la que está debajo mediante alambre liso, y el resultado, cuando se llega al final de una bobina y se levanta el conjunto es un pesado anillo de alambre de púas que cubre longitudes de diez metros.

Las concertinas se transporta fácilmente en paquetes compactos, pero se despliega mucho más rápidamente que el alambre de púas convencional.

Un pelotón de soldados puede desplegar una concertina a un ritmo de un kilómetro por hora. Cuando hay tiempo, se arman en patrones más elaborados para dificultar el traspaso.

Actualmente la concertina se fabrica de forma industrial, como nosotros en Cártama y está disponible para transportar en paquetes compactos.